En una de mis escapadas nocturnas buscando el aroma de los pinos al filo de la media noche, acerté a encontrar en mi camino, lo que en principio parecía un pedrusco y, tras una rápida maniobra de volante para esquivarlo, freno y retrocedo, pues me pareció algo extraño en movimiento, encontrándome de bruces con un giganteco sapo de casi 30 cm de largo y una altura similar a la de una caja de zapatos.
La suerte estuvo de mi parte al estar acompañado de mi cámara, permitiéndome atrapar estas fotos impresionantes de aquél individuo en movimiento, tratando de buscar refugio entre los parajes de la muela y la vieja carretera de Murcia.
La suerte estuvo de mi parte al estar acompañado de mi cámara, permitiéndome atrapar estas fotos impresionantes de aquél individuo en movimiento, tratando de buscar refugio entre los parajes de la muela y la vieja carretera de Murcia.
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