Nos encontramos ante uno de los pocos antiguos lavaderos públicos recuperados y rehabilitados, pues en ellos se daban cita todas las mujeres del Chaparral, para hacer que sus ropas restregadas sobre esas losas, quedarán limpias y blancas una vez tendidas al sol de cualquier estación del año, pero con la chispa y el encanto, de que les servía para sus comentarios o tertulias mientras trabajaban, haciendo más amena dicha labor, al mísmo tiempo que eran observadas por aquéllos hombres de antes, que darían las vueltas que hicieran falta, para poder ver a tantas mujeres juntas, pues las había jóvenes y adultas, o sea, para todos los gustos.
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