martes, 2 de agosto de 2011

LA HISTORIA DE LA AGUJA Y SUS DIVERSAS UTILIDADES.



Una aguja es un filamento de metal u otro material duro, de tamaño relativamente pequeño, generalmente recto, afilado en un extremo y con el otro acabado en un ojo o asa para insertar un hilo. Es empleado desde tiempos prehistóricos para coser.

Historia:

La aguja se utiliza desde hace más de 20 mil años. En la Prehistoria se hacían de madera, roca o hueso y, más tarde, comenzaron a hacerse de hierro o de metal. Se cree que los chinos fueron los primeros en utilizar agujas de acero, y que los árabes se encargaron de llevarla a Europa. Ya en 1730 había importantes fabricantes de agujas en Núremberg (Alemania), y durante el reinado de Isabel I de Inglaterra ya había muchos fabricantes de agujas en Inglaterra. En esos tiempos la aguja no tenía ojo, sino un ganchillo para atar el hilo.

Para dotar a la aguja de un ojo fue necesaria la realización de una serie de desarrollos posteriores. Concretamente, el ojo de la aguja es un invento que data de 1825. Las primeras agujas con ojo salieron al mercado en 1826, pero no fue hasta 1885 cuando la maquinaria fue arreglada para estampar bien el ojo en la aguja. Posteriormente salieron las agujas para máquinas de coser, similares a una aguja normal, pero con el ojo en la parte inferior de la aguja.

Tipos de agujas:

Se pueden distinguir los siguientes tipos de agujas:Aguja baquetera y cordobanera. Entre curtidores, se usan dos clases de agujas, unas mayores que otras iguales en la forma pues ambas son de forma triangular y de punta afilada.

Aguja de agavillar. La de nervio de buey flexible cubierto de escamas de hojalata en forma imbricada. En la parte gruesa del nervio hay un agujero por donde se pasa un cordel terminado en un nudo.

Aguja dde agrimensor. Vara pequeña de hierro de unos treinta centímetros de largo recurvada en forma de anillo por un extremo. Las hay que van lastradas con un trozo de plomo cerca de la punta.

Aguja de albardero. Dos son las agujas que se emplean en la fabricación de albardas y sillas de montar:

Una para pasar el hilo o bramante a través del rellano que llevan por debajo las monturas es más ancha por la punta que por el resto teniendo hasta su tercio que es cilíndrico un filo triangular desde la punta y se llama también aguja de pasar.

La otra sirve para encardar y tiene unos 22 centímetros de largo, es cuadrangular y con corvadura puntiaguda.

Aguja de apuntar. Aguja fuerte que se emplea para fijar con hilo grueso y bramante los pliegues de las telas muy resistentes y gruesas.

Aguja de bordar. Además de las ordinarias, se usan en el bordado agujas especiales como:

la de ojo prolongado, capaz para tres hilos, llamada de pasar

la de seda, igual a la anterior aunque de menor tamaño

la de rizar o frisar

la de acanutillar

la de briscada, menor que las anteriores pero de ojo largo

las que se emplean para el bordado en cañamazo y al realce, de uso corriente y ojo redondo

la de tambor, embutida en un pequeño mango con un fino garabatillo en la punta

Aguja de embalar. Aguja de cabeza en forma cilíndrica terminada en punta de lanza algo curvada en su punta.

Aguja de enfardar. Aguja de cabeza esférica y punta cuadrangular, cortante y muy curvada, de unos 15 a 20 cm. de longitud.

Aguja de espadero. Entre armeros, varilla de punta roma y de unos cuarenta a cincuenta centímetros que se emplea para dar la vuelta a las vainas después de cosidas.

Aguja de malla o red. Aguja con una horquilla en un extremo y la punta roma cerca de la cual tiene una hendidura cuyos dos tercios se hallan ocupados por una lengüeta que sirve para pasar por ella el bramante colocado en la horquilla.

Aguja de pasar o pasador. La de punta roma y ojo largo que se emplea para pasar cordones y cintas por las jaretas.

Aguja de zapatero. La de punta triangular y roma.


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