En pleno corazón del "Puntarrón" y, la barriada del Pozo, estuvo ubicado durante siglos, "El Molino de Papel", que más tarde pasaría a ser "Molino Harinero", hoy desaparecido por las demoliciones de finales de los ochenta y a principios de los noventa.
Este Molino estuvo regentado por su último encargado de esta labor, al mísmo tiempo que residía en el propio molino como vivienda, pues Pedro José Cava Caparrós, junto a su esposa Antonia Fernández Puerta, trabajaron muy duro para sacar adelante a sus cuatro hijos: Andrés, Juana, Diego y Bábara, de los que podemos apreciar en una de estas fotos de los años sesenta, a Juana sentada en una silla y haciendo labores de bordado y a su hermana Bárbara saliendo de la casa.
Hoy podemos nombrar dos referentes entre los hermanos, por haber estado más en contacto con el conocimiento de la sociedad por sus trabajos o dedicaciones, como es Diego Cava un gran restaurador en muebles antiguos, trabajando la talla y la escultura en madera, así como otros múltiples trabajos de verdadera obra y gusto.
Por otro lado, está Bárbara, que en su reciente juventud, fué vocalista de grupo "SAMBA" durante varios años.
Y aportaré algo que para mi no puedo dejar en el tintero, pues el apellido Cava de esta familia, se hace eco en varios escenarios de diferentes puntos de España, de la mano, el arte y la voz, de "Victoria Cava", hija de Andrés José Cava Fernández, profesor y también cantaor e investigador de flamenco, una artista en toda regla con un bagaje muy destacable por su empeño y lucha en hacer lo que le gusta.
A través de estas fotos, podemos contemplar el antes y el ahora, de un lugar casi mágico, por estar enclavado junto a la Torre del Pozo y su leyenda de La Cueva de la Encantá, al mismo tiempo que sobre el Río Argos con su leyenda de la mitología griega.
En otra segunda parte, ampliaremos las dificisitudes que habrían de pasar para la supervivencia en tiempos que aún se respiraba la pólvora de posguerra.
Este Molino estuvo regentado por su último encargado de esta labor, al mísmo tiempo que residía en el propio molino como vivienda, pues Pedro José Cava Caparrós, junto a su esposa Antonia Fernández Puerta, trabajaron muy duro para sacar adelante a sus cuatro hijos: Andrés, Juana, Diego y Bábara, de los que podemos apreciar en una de estas fotos de los años sesenta, a Juana sentada en una silla y haciendo labores de bordado y a su hermana Bárbara saliendo de la casa.
Hoy podemos nombrar dos referentes entre los hermanos, por haber estado más en contacto con el conocimiento de la sociedad por sus trabajos o dedicaciones, como es Diego Cava un gran restaurador en muebles antiguos, trabajando la talla y la escultura en madera, así como otros múltiples trabajos de verdadera obra y gusto.
Por otro lado, está Bárbara, que en su reciente juventud, fué vocalista de grupo "SAMBA" durante varios años.
Y aportaré algo que para mi no puedo dejar en el tintero, pues el apellido Cava de esta familia, se hace eco en varios escenarios de diferentes puntos de España, de la mano, el arte y la voz, de "Victoria Cava", hija de Andrés José Cava Fernández, profesor y también cantaor e investigador de flamenco, una artista en toda regla con un bagaje muy destacable por su empeño y lucha en hacer lo que le gusta.
A través de estas fotos, podemos contemplar el antes y el ahora, de un lugar casi mágico, por estar enclavado junto a la Torre del Pozo y su leyenda de La Cueva de la Encantá, al mismo tiempo que sobre el Río Argos con su leyenda de la mitología griega.
En otra segunda parte, ampliaremos las dificisitudes que habrían de pasar para la supervivencia en tiempos que aún se respiraba la pólvora de posguerra.
6 comentarios:
Que fotos mas bonitas!, me gustan mucho todas las fotos antiguas que pones. Gracias y saludos
Gracias por tu entrada y por compartir gustos comunes, puesto que así disfrutamos de la belleza de nuestro pueblo.
Un saludo.
Yo nunca he sabido que habia un molino de papel en cehegin... porque lo han destruido y tan solo queda nada de el...
Hola anónimo, me alegra que me hagas esa pregunta, además de agradecer tu entrada en este nuestro blog.
Pues me alegra, porque no sólo muestras interes por lo que yo hago, o sea, mi trabajo, sino porque, al mísmo tiempo, te interesas por lugares como este...aunque aún no hayas pasado por allí, pues el día que lo hagas...respirarás mucho mejor y, sobre todo, si te acompaño yo, ya que te puedo aportar una muy rica información en todos los sentidos, así y de este modo, despejarías tus dudas y entenderías que estamos en Cehegín.
Un saludico.
Creía que el molino impulsado la fuerza hidrológica se usaba para la molienda de cereal. Si aquello fue un molino de papel, Bustamante procura indagar acerca de su cometido.
A lo mejor hoy se podría levantar entre sus ruinas algo semejante a modo de emblema.
Hola incisivo, en efecto, en susprincipios se dedicaba en su acometido a ser un molino de papel, pero terminó siendo un molino harinero.
En cuanto a tu segunda sugerencia sobre levantar sobre sus ruinas un emblema, mi respuesta es muy tajante en un Cehegín que tiene una dilatada lista de espera en cuánto a emblemas se refiere, pues tan sólo nos falta ver caer las casa colgantes, a las que yo personalmente bauticé con este nombre,perpetuado en mi primera publicación de Cehegín la Otra Historia, para que nos quedemos sin ningún referente original.
Un saludo.
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