Después de la exitosa presentación de este trabajo, compartida con la nutrida asistencia de público a dicho acto, además de mi general agradecimiento, quise hacer un punto y aparte a lo largo de ésta, para dedicarle una mención especial y agradecimiento, a mi buen amigo y gran persona como es Francisco Jesús Hidalgo García, que ha sido el encargado de prologar esta obra con su alto nivel de conocimiento y su concepto de la parte mas humana, haciendo que sus palabras escritas , calen hondo, es por eso que no sólo le he querido dejar este apartado para él , sino, que mis claras intenciones, son de poder hacerlo resaltar en todos los medios y en la medida en que merece este Prólogo, como grandes puertas que se te abren para acceder al interior de mi trabajo y de mi persona.
Es un prólogo que todos debemos leer para conocer mucho mejor el contenido de la obra y, a la persona de Jesús en la elaboración de este emblema de su trabajo.
Muchas gracias Jesús, pues si no mencioné el prólogo en esa presentación, está claro que quería hacerte una mención especial como agradecimiento por tu amistad y dedicación sin cortapisas.
Es un prólogo que todos debemos leer para conocer mucho mejor el contenido de la obra y, a la persona de Jesús en la elaboración de este emblema de su trabajo.
Muchas gracias Jesús, pues si no mencioné el prólogo en esa presentación, está claro que quería hacerte una mención especial como agradecimiento por tu amistad y dedicación sin cortapisas.
PROLOGO
Mi buen amigo Francisco Ortega, me pidió, hace un tiempo, prologar la obra que el amable lector tiene ahora en sus manos. Era un libro necesario, y así lo digo.
Como comprobarán ustedes más adelante, el libro, de título, “Cehegín, Magia y Misterio”, consta de dos partes diferenciadas, una primera relativa a la Santa Inquisición, brujas y procesos inquisitoriales y una segunda sobre lugares y hechos con encanto en Cehegín.
El autor, como buen historiador, maneja las fuentes documentales, que aporta, para dar solidez a la primera parte de este libro. La obra sugiere una hermosa relación entre las fuentes escritas y la investigación histórica basada en la documentación, fundamentalmente, en su primera parte, y las fuentes orales, los topónimos y la cultura popular en la segunda.
Como decía anteriormente, una parte importante del libro, fundamentalmente la segunda, está sustentada en los pilares de la tradición oral, elemento importante que muchos autores dejan al margen, pero que se antoja fundamental para el estudio histórico, social, etnológico y antropológico por tratarse de fuentes que, como fanal o piedra miliaria, aportan unas veces la dirección, otras la distancia y, en muchos casos ambas, sobre la vida y la historia de un pueblo.
Paco, trabajador incansable en busca del conocimiento y la investigación sobre fuentes orales, ha escrito varios libros, como ya sabemos, a partir del trabajo de campo de muchos años basándose en hechos históricos antiguos o curiosidades transmitidas oralmente.
Hace el autor en primer lugar un buen estudio, sencillo, ameno en su lectura, en un planteamiento más divulgativo que científico, pero con unos sólidos cimientos, sobre la Santa Inquisición y la brujería, con la aportación de documentos referentes a procesos inquisitoriales a diversas personas que fueron naturales de Cehegín o bien residentes en ella. Nunca como en los siglos XVI y XVII se llegó a tal extremo de fanatismo religioso en España. Cuestiones banales como barrer o no la puerta de la casa en sábado podían llevarte, ante la denuncia de un mal vecino, ante el tribunal acusado de judaizante.
Las brujas eran, ni más ni menos que personas que habían mantenido tradiciones ancestrales sobre ritos y curaciones, que, a veces tenían un origen prerromano. He ahí el acierto del autor al plantear este tema, ya que la vida cotidiana giraba siempre en torno al qué hacer o qué no hacer, al miedo al “con la Iglesia hemos topado”. La vida giraba en torno a una concepción del mundo que no era para todos igual y que, a veces, distaba mucho de la idea oficial impuesta.
Evidentemente en el mundo rural desde la antigüedad se habían mezclado ideas y conceptos religiosos y morales clásicos, prerromanos y cristianos que formaron una amalgama que perduró hasta tiempos muy tardíos. Una de las funciones de la Santa Inquisición es acabar con todo lo que vulnerara o atacara las raíces cristianas y el pensamiento impuesto. La mayoría de la gente, en la Edad Media, sabía lo que sabía siempre por tradición oral e intercambio de conocimientos de generación en generación, pues el don de la lectura estaba reservado a muy pocos. Ello hizo que ritos y creencias ancestrales perdurasen durante miles de años en la mentalidad popular.
La Inquisición tiene mucho que ver con la cultura popular y ello el autor lo sabe y así lo transmite. La cuestión de la religiosidad popular anda profundamente enraizada y siempre aparecerá como objeto de investigación, y también de castigo, en los procesos inquisitoriales. Afirma el eminente historiador italiano Oronzo Giordano (1 ):
“En el área de la religiosidad, hecha de ritos externos y de íntimas creencias, no es posible cuantificar el peso de la fe, discernir con exactitud el grado de adhesión espontánea o de constreñimiento, valorar en suma con precisión la costumbre religiosa y las actitudes espirituales libres y autónomas. Pero, si las conciencias son impenetrables, es posible al menos analizar los aspectos externos, recoger los signos, incluso los más pequeños, de su vida y de sus exigencias. La fisiología de la religiosidad popular presenta una estructura compleja y varia, con formas expresivas unas veces de simplicidad lineal, y otras, de inesperadas contradicciones.
La historia de los individuos o de los grupos, circunscrita a tiempos breves, es de suyo fragmentaria, episódica, ligada a la vicisitud precaria e imprevisible de la vida cotidiana, de los acontecimientos menudos, que se traducen en apuntes de crónica, en notas de color, en un diario de impresiones cogidas al vuelo. “
A mi entender, con referencia a la segunda parte, más que magia es encanto lo que transmite el propio nombre de la Cruz de la Doncella, la Piedra del Milagro, la Cueva de la Encantá, los recuerdos entrañables del tío Billares, un hombre centenario con una lucidez que maravilla. Son hechos y lugares que no suelen aparecer en la historia oficial, pero que ahí quedan para ser investigados como magníficamente ha hecho Francisco Ortega a lo largo de más de 40 años. He aquí lo que se viene en llamar microhistoria. La historia latente, la no oficial, la que se hace día a día y con el tiempo se pierde de la memoria colectiva, permaneciendo sólo y únicamente a través del boca a boca, de generación en generación de padres a hijos o abuelos a nietos o en rastros documentales difusos.
Paco Ortega es, ante todo, y, a mi entender, un ejemplo de estudioso dedicado a esta rama de la historia. Él busca y rebusca, analiza, estudia, profundiza en todas todos esos acontecimientos y personas que nunca aparecerán en las fuentes oficiales. Le gusta comprender lo cotidiano de la vida en otros tiempos y también en el actual y es algo que se le debe de agradecer. Es, en cierto sentido, una bocanada de aire fresco.
Dice el autor, como verán, en la introducción: “Casos reales acaecidos y nombres puestos por algún motivo especial. Algún trágico suceso…que dejó una historia en el saber popular y, que gracias al “testigo” pasado de padres a hijos o de abuelos a nietos, aún podamos recuperar parte de ese misterio de las entrañas de la empolvada alfombra del tiempo.”
El Muladar, la Peña Rubia, la Cruz de la Doncella, la Capellanía, el Huerto de la Orden, el Paraíso, la calle del Pozo… Piense cualquiera de los lectores en lo que supone cada uno de estos topónimos y, si tiene ciertos conocimientos de historia local, lo que encierra cada uno de estos nombres. Con cada uno de estos topónimos podríamos escribir un libro, sin ninguna duda, y cada uno de ellos nos aportaría elementos de todo tipo, desde económicos hasta sociales y religiosos. Pues bien,
Francisco Ortega en este libro nos propone una lectura desde el conocimiento y a sabiendas de que estos lugares y las personas que también quedan reflejadas, junto a otros muchos más que no aparecen en la obra, son base de partida para el trabajo sobre la historia y las tradiciones de este pueblo.
Se trate o no de magia y misterio el autor desentraña la historia local de Cehegín, aportando datos, conjeturas, buceando en fuentes no escritas y preparando el camino para una verdadera historia local que aúne las fuentes oficiales con las que emanan de la vida cotidiana y no están escritas, lo cual resulta fundamental para poder entender la evolución moral, social y económica de una sociedad.
Francisco Ortega Bustamante aporta, con éste, un nuevo libro a su ya extenso currículum y con él nos llega más conocimiento, que es lo que solicitamos, sobre nuestra tierra, sus gentes, sus tradiciones, y, en fin, de su historia que es la nuestra y lo que nos define como lo que somos y lo que queremos ser.
Notas:
(1) Giordano, Oronzo. Religiosidad Popular en la Alta Edad Media. Edit. Gredos. Madrid. 1995.
Edición original: Giordano, Oronzo. Religiositá Popolare nell´ Alto Medioevo. Adriática Editrice. Bari, 1979
Francisco Jesús Hidalgo García
6 comentarios:
Hola quisiera saber si el libro trae fotografías, ya que seria un tratado perfecto. Gracias y un saludo
Hola Marisa, el libro contiene unas 68 ilustraciones, que es la exposición recopilada entre fotografías en color, blanco y negro, sepia y grabados, una variada riqueza sin duda, que le da alma a esta obra.
Un saludo Marisa.
Bustamante, la presentación de tu obra fue interesante.
Gracias incisivo, pues a buen entendedor, con pocas palabras basta.
Un saludo.
Sin duda me parece mas que interesante este trabajo por su parte.. .Desde siempre me intereso el mundo de la magia, misterio y todo lo relacionado con el tema. Esta semana lo comprare en su tienda.
Juan Muchamagia
Gracias Juan por tu apoyo a mi trabajo, pues al fin y al cabo, esta hecho para todos vosotros que sois en realidad quien tiene que disfrutarlo, comprenderlo y seguir pasandolo como testigo de nuestras tradiciones mágicas y misteriosas, del mismo modo que lo hacen otros pueblos y lugares, creo que ya iba siendo hora, de desenterrar muchos tabúes y silencios, para que todo el mundo pueda acceder a saber un poco más de nuestras raices.
Un saludo.
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