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Con esta galería de los momentos precisos del ocaso de un pueblo, tan sólo trato de perpetuar algo que formaba parte de nuestra más antigua historia y, que dejando constancia de ello, podemos ver y opinar de la evolución de nuestro pueblo, incluso en situaciones tan negativas para él como lo eran esas fatídicas fechas, pues con ese conglomerado de escombros se enterraban siglos de vivencias y recuerdos, empolvando la verdadera historia con ésta insalvable acción demoledora.
8 comentarios:
Y si nadie lo remedia las casas colgantes del Puntarrón seguirán el mismo camino...Una pena.
Bustamante, ya tenemos el carnaval encima. Vez sacando algo de los mascarones de antaño.
Para anónimo, decirte, que esto es lo que hay, además de tu razón en las casas colgantes, pues tengo entendido, que pertenecen a particulares...por lo tanto, no creo que estos momentos de crisis les permitan ni arreglar ni vender y, espero que todos nos equvoquemos en cuanto al último icono o referente de Cehegín, pero me temo, que sólo un milagro las podía salvar de una muerte anunciada.
Un saludo.
Hola incisivo...buscaremos algo por ahí de mascarones, aunque... a poco que nos demos una vuelta por ahí, seguro que vemos muchos....es tiempo de máscaras.
Xaludos.
Yo me pregunto si realmente era necesario tirar todas esas casas.
Si todos pensaramos en lo mismo nos quedariamos sin casco antiguo
Ver estas imágenes me ha emocionado mucho amigo Paco. Verdaderamente contemplar esto a día de hoy me ha hecho retroceder en el tiempo y recordar aquellos años, unos años que nunca podré olvidar y que siempre estarán en mis recuerdos.
El tiempo pasa tan rápido...que me gustaría congelar algunos momentos vividos y volverlos a vivir.
Que tiempos aquellos en la Plaza Bieja, sí Plaza Bieja con B, porque así estaba escrito en la inscripción de la pequeña piedra que permanecía inmovil en la mismísima fachada de mi abuela Ginesa, la del Juan Costales. E.P.D.
Allí pude vivir momentos inolvidables durante las vaciones de verano de los años 80, cuando visitaba Cehegín cada año y dejando tras de mi más de 600 kilómetros de carretera; llegado desde Mataró.
Pero también quiero recordar a través de estas palabras a una buena persona que hoy ya no se encuentra entre nosotros y que gracias a él cada año era el encargado de llevarnos tanto a mi como a mi familia, desde Mataró hasta Cehegín.
Me estoy refiriendo nada más y nada menos que a José 'El Taxista', que con su fantástico coche realizaba tales trayectos.
Todavía recuerdo cuando llegábamos a Cehegín y montados en el coche de José 'El Taxista' comenzábamosmos la subida por la Cuesta del Parador...y el coche respondía a pesar de estar cargado con maletas, cajas...
Lo que más resultaba complicado era tomar la curva desde la calle Mayor hacia la calle de Doña Gabina...aquello a pesar de todo para José no representaba ninguna dificultad y tras pasar por allí era cuando ya directamente se dirigía hacia la Plaza Vieja.
No sé como explicarlo pero entrar a aquella plaza a bordo del coche de José 'El Taxista' y haciendo sonar el claxón, me hacía enormemente feliz ya que como cada año allí estaba mi abuela Ginesa, esperando nuestra llegada y asomada a uno de esos balcones de color azul que aparecen en las imágenes.
Ójala algún día el hombre pudiera viajar en el tiempo...mientras tanto permaneceré recordando aquellos momentos vividos que jamás olvidaré.
Gracias amigo Paco por compartir estas valiosas imágenes.
Para María del Mar y, contestando a tu pregunta de si era necesario tirar tantas casas, pues tan sólo te podría responder, que según la prensa de aquéllos años, refleja que se llevaron a cabo, las demoliciones de entre 600 y 700 viviendas en el Casco Antiguo, el hecho es, que con más motivo unas y sin ningún motivo justificado hasta hoy, otras, hoy, el Casco Antiguo de Cehegín, nos muestra sus heridas, a través de muchas zonas convertidas en solares, ya que en aquél momento, se prendió la mecha de las demoliciones y así ocurrió.
Y concretamente en el caso de las demoliciones de estas casas de la Plaza Vieja, o, primera Plaza de Mercado en la Puerta de la Villa, yo personalmente y como testigo presencial, no había forma de poder derribar esta casa, llevandose por delante sólo la mitad de la vivienda, ya que aunque mal, no se caía.
Un saludo.
Para Johnny, decirte un poco como en mi respuesta anterior, que esto es lo que había, y ahora tenemos, la memoria con nostalgia de nuestra vivencias en un Casco Antiguo único en el mundo, o en lo que queda de él.
Por otro lado, tambien nos puede servir, para valorar aún más si cabe, lo que nos queda y, retroceder un poco en nuestra memoria, escuchando aquél motor de gasoil del Seat 1500 alargado de José el taxísta, pues era el táxis de todos los cehegineros.
Una pena, pero ahí están esas fotos que nos permiten seguir despidiendonos de nuestras calles, casas y rincones.
Un saludo.
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