La Biblioteca de Alejandría nunca fue una institución egipcia, sino que conservó, como la dinastía que la impulsó, un espíritu y una mentalidad plenamente helénicos. De hecho, no está documentada en la biblioteca la presencia de textos de lenguas distintas al griego: los ocupantes greco macedonios sólo se interesaban por su propia cultura. Según fuentes de NG, sólo en los primeros tiempos tras la fundación se promocionó la presencia de obras de autores extranjeros. Así, en época de Ptolomeo I setenta y dos doctores israelitas acudieron a Alejandría para traducir los libros sagrados de los judíos, lo que hicieron en setenta y dos días (de ahí el nombre de "los Setenta" que se suele dar a la versión griega del Antiguo Testamento). La Biblioteca guardó también obras históricas sobre algunos de los pueblos conquistados, como las que compusieron en griego el babilonio Beroso y el egipcio Manetón.
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2 comentarios:
Aquella fue una gran biblioteca, que no pudo ser declarada por la ONU: Patrimonio Históricocultural de la Humanidad. ¡Una pérdida irremplazable!.
Razón tienes incisivo, pues la historia nos ha ido dejando algunos vacíos irrecuperables como es en este caso.
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