Una visita a la Ermita del Ecce Homo en Calasparra, nos hace sentir y disfrutar de una paz y tranquilidad muy reconfortante, pensando en la dlatada historia de esta imagen y la fe que se le profesa, pues algunas de las ofrendas que se le hacen en el interior de esta ermita, así lo acreditan, dado a que los fieles van depositandolas y prendiendo algulas lámpirillas de cera.
Es una preciosa imagen la de este Cristo, que a poco que nos esforcemos, podemos visitar en cualquier hora del día, puesto que los vecinos y guardianes que la custodian, se encargan de abrir y cerrar para que toda persona que desee visitarle, encuentre su puerta abierta.
El paraje que la rodea, también nos sirve su toque de bienestar y atractivos sencillos para la tranquilidad, meditación, contemplación, oración y unas cuantas cosas más.
Es una preciosa imagen la de este Cristo, que a poco que nos esforcemos, podemos visitar en cualquier hora del día, puesto que los vecinos y guardianes que la custodian, se encargan de abrir y cerrar para que toda persona que desee visitarle, encuentre su puerta abierta.
El paraje que la rodea, también nos sirve su toque de bienestar y atractivos sencillos para la tranquilidad, meditación, contemplación, oración y unas cuantas cosas más.
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