LA RAMONA

La Ramona - 1974

Al personaje que hoy nos referimos, sería oportuno, ya que antes nunca se le hizo nada, excepto en una anterior publicación mía, hacerle un reconocimiento desde dónde corresponda, a esa difícil tarea del trabajo que desempeñó junto a otras mujeres compañeras de fatigas, pues siendo lavanderas, pasaban los largos días de invierno o verano arrodilladas a orillas del Río Argos, lavando siempre aquéllas ropas ajenas que restregaban contra las piedras para sacarles luz, tendiendo luego entre junqueras y matorrales a secar, para que cuando caía la tarde, retirarse a sus casas con la faena terminada.
La peculiaridad muy curiosa que distinguía a esta mujer del resto, era su aspecto extraño y no frecuente, como es el evidente ejemplo de llevar una notable barba y bigote, pues nunca le gusto afeitarse, llamando así la atención de curiosos y extraños.
En algunos niños, creaba sin pretenderlo, cierto miedo o reparo y, para otros era objeto de burla, cosa que ya tenía muy bien asumido por los años aunque a veces se sintiera contrariada, pues se la conocía como la "Mujer Barbuda".