“El puente de Hierro” sobre el río Quípar. Esa inmensa mole de hierro que descansa sobre gigantes soportes de piedra, y que ambos arrastran sobre sus oxidadas espaldas ciento veintinueve años de historia.
Toda la estructura del puente está compuesta sólo de hierro, como bien sabemos todos por su propio nombre: “El Puente Hierro”. Pero a buen seguro que las generaciones más jóvenes, y por haber quedado este puente en desuso, no conocen que dicha estructura no tiene ni una sola soldadura, ya que se hizo en su totalidad con “remaches”, ni un solo tornillo, ni una sola tuerca…y además con sus juntas de dilatación y sus apoyos basculantes sobre los pilares que le sostienen, previniendo de alguna forma y asegurando larga vida para este mítico puente.
Agradezco enormemente la generosidad y buen hacer, de una persona, que sin cortapisas de ningún tipo, ha contribuido en gran medida a que éste trabajo sea una realidad palpable, aportando algún material de suma importancia para ello, convirtiéndose dicho material en el eje principal por su valor documental e ilustrativo, me refiero a mi buena amiga Mari Cruz Puerta, quien no sólo ha puesto la”perla” sobre el papel, sino que además, ha otorgado nombre y apellidos, del Ingeniero de caminos, puertos y canales que realizó ésta gran obra de ingeniería que hoy podemos contemplar, como si fuera ayer, a través de la fotografía como “perla”, que ha tenido a bien depositar en mis manos con toda confianza y agrado.
Don Maximiliano Fernández de García y Lorencio, Ingeniero de caminos, puertos y canales, que nació en el año 1840 y murió siendo muy joven, al poco tiempo de acabar la obra, en el año de 1885 aproximadamente.
Toda la estructura del puente está compuesta sólo de hierro, como bien sabemos todos por su propio nombre: “El Puente Hierro”. Pero a buen seguro que las generaciones más jóvenes, y por haber quedado este puente en desuso, no conocen que dicha estructura no tiene ni una sola soldadura, ya que se hizo en su totalidad con “remaches”, ni un solo tornillo, ni una sola tuerca…y además con sus juntas de dilatación y sus apoyos basculantes sobre los pilares que le sostienen, previniendo de alguna forma y asegurando larga vida para este mítico puente.
Agradezco enormemente la generosidad y buen hacer, de una persona, que sin cortapisas de ningún tipo, ha contribuido en gran medida a que éste trabajo sea una realidad palpable, aportando algún material de suma importancia para ello, convirtiéndose dicho material en el eje principal por su valor documental e ilustrativo, me refiero a mi buena amiga Mari Cruz Puerta, quien no sólo ha puesto la”perla” sobre el papel, sino que además, ha otorgado nombre y apellidos, del Ingeniero de caminos, puertos y canales que realizó ésta gran obra de ingeniería que hoy podemos contemplar, como si fuera ayer, a través de la fotografía como “perla”, que ha tenido a bien depositar en mis manos con toda confianza y agrado.
Don Maximiliano Fernández de García y Lorencio, Ingeniero de caminos, puertos y canales, que nació en el año 1840 y murió siendo muy joven, al poco tiempo de acabar la obra, en el año de 1885 aproximadamente.
Francisco Ortega Bustamante
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