Antonio, explica a Alesya, los diferentes procesos de elaboración de las diversas piezas que aquí se trabajan.
Algunos palés repletos de ladrillo como punto final del proceso, antes de partir a su destino de uso.
Una de las tejas con una inscrpción de más de un siglo, con el nombre de: Antonio Alemán Marín, un antepasado de Antonio y con los mismos apellidos.
Teniendo la oportunidad de acompañar a una antropóloga y, con la finalidad de orientarla hacia los lugares en donde recabar información para sacar adelante su trabajo de campo, Alesya Krit del Departamento de Antropogía del Colegio Universitario de Londres, aproveché esta ocasión que me brindaba el momento, para documentarme algo más sobre este oficio o profesión que clava sus raices en el tiempo con casi seismil años realizado por diversas culturas.
Una buena muestra de ello, fué la impronta que dejaron los romanos en nuestro Begastri, con sus tégulas de arcilla entre otros elementos de uso cotidiano.
Antonio Alemán, nos recibió muy amablemente y presto a su colaboración altruista para con nuestro trabajo, acompañandonos y explicando en todo momento el proceso de elaboración de este noble material como es el barro.
Nuestra atención aumentaba en cada diferente lugar de su empresa y, despertando en nosotros, un especial interes cuando entramos al interior del gran horno de cocción de más de cuarenta metros aún caliente y repleto de ladrillo, donde recreó una explicación porminorizada del paso a paso de todo este volcán de casi mil grados centígrados de temperatura.
En otro momento y, quizás en otro trabajo, entraremos en más detalles ampliando la información, incluso diremos hasta los destinos finales hacia donde se dirigen los barros cocidos de nuestra tierra y, multitud de usos para los que se emplean.
Os ofrezco una escogida galeria de los diferentes procesos y detalles de esta dura labor realizada casi en su totalidad, de forma artesanal y tradicional.
Una buena muestra de ello, fué la impronta que dejaron los romanos en nuestro Begastri, con sus tégulas de arcilla entre otros elementos de uso cotidiano.
Antonio Alemán, nos recibió muy amablemente y presto a su colaboración altruista para con nuestro trabajo, acompañandonos y explicando en todo momento el proceso de elaboración de este noble material como es el barro.
Nuestra atención aumentaba en cada diferente lugar de su empresa y, despertando en nosotros, un especial interes cuando entramos al interior del gran horno de cocción de más de cuarenta metros aún caliente y repleto de ladrillo, donde recreó una explicación porminorizada del paso a paso de todo este volcán de casi mil grados centígrados de temperatura.
En otro momento y, quizás en otro trabajo, entraremos en más detalles ampliando la información, incluso diremos hasta los destinos finales hacia donde se dirigen los barros cocidos de nuestra tierra y, multitud de usos para los que se emplean.
Os ofrezco una escogida galeria de los diferentes procesos y detalles de esta dura labor realizada casi en su totalidad, de forma artesanal y tradicional.
4 comentarios:
Interesante reportaje.
Y muy trabajado, Tomás, como el propio barro.
Un saludo.
fantastic saluos desde italy .cordial saludo.daniel.
Gracias Daniel por tu entrada y por esos saludos que te envío desde este lugar de todos.
Un saludo.
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