jueves, 15 de abril de 2010

ASOMBROSO


Paseando por ahí, y como electricista de profesión, quedé muy asombrado, ante el ingenio y la diversidad de utilidades que algunas personas pueden dar a una antigua caja de contador de la luz.

Tal es el caso de un lugar en la pedanía de Valentín, donde capté una improvisada foto de una de estas cajas convertida en hornacina para una imágen religiosa.

Realmente, resulta muy curioso y, más aún, en el sector eléctrico, que al final terminaremos convencidos en que siempre se puede hacer "algo que luzca".

2 comentarios:

@Asamoraga dijo...

Lo importante no es el continente, sino el contenido.

Francisco Ortega Bustamante dijo...

Cierto Marqués, cierto.

 
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