Ya estamos en puertas del Carnaval en Cehegín, lugar de grandes tradiciones que nuestros padres y abuelos dejaron en pie para nosotros, y que de una irónica y desagradecida forma, no conservamos. Tan sólo, algún atísbo o reminiscencia, algo así, como la pequeña estela de un diminuto cometa.
Esta forma de expresarme, se debe en su mayoría, a que casi siempre hacemos lo mismo con todo. Tenemos una fuerte arrancada y una parada en seco, pues no mantenemos constancia en casi nada, limitándonos a veces, a tratar de buscar culpables, cuando en realidad deberíamos buscar soluciones.
En el caso del carnaval en Cehegín, tenemos que admitir que ha evolucionado mucho, pero...¿para bién?.
Los desfiles de comparsas por nuestras calles suelen aportar colorido y diversión, pero muy lejos todavía, de ser un referente de peso, pues como bién decía, deberíamos de buscar soluciones alternativas para hacer crecer, con el esfuerzo propio, la propuesta por la que creemos que estamos apostando, y ser conscientes, que el carnaval empieza el primer día y acaba el último, y no, cuando a cada uno le da la gana.
¡Hoy me apetece, y mañana no. Si no sales tú no salgo yo, ni yo tampoco. Este sábado no salimos y nos reservamos para el siguiente!. Son frases muy desgastadas.
Hay testimonios muy claros y contundentes, en que los Cehegineros de antes nos muestran su humor recio, hechando sobre sus cabezas cualquier trozo de tela, o incluso, las enagüillas de la mesa camilla, se ponían en la cara un trapo con dos tijeretazos y te decían: "¿a que no me conoces?".
Se organizaban grandes concentraciones de mascarones en todo el pueblo, pero sobre todo, en la calle Convento. Muy serios y organizados bailes de máscaras en los salones del centenario Casino de Cehegín, (hoy desaparecido).
Yo he decidido, compartir con todos vosotros, en dos o tres entregas, testimonio de mis palabras y referentes de siempre en el Carnaval Ceheginero.
Francisco Ortega Bustamante.
Esta forma de expresarme, se debe en su mayoría, a que casi siempre hacemos lo mismo con todo. Tenemos una fuerte arrancada y una parada en seco, pues no mantenemos constancia en casi nada, limitándonos a veces, a tratar de buscar culpables, cuando en realidad deberíamos buscar soluciones.
En el caso del carnaval en Cehegín, tenemos que admitir que ha evolucionado mucho, pero...¿para bién?.
Los desfiles de comparsas por nuestras calles suelen aportar colorido y diversión, pero muy lejos todavía, de ser un referente de peso, pues como bién decía, deberíamos de buscar soluciones alternativas para hacer crecer, con el esfuerzo propio, la propuesta por la que creemos que estamos apostando, y ser conscientes, que el carnaval empieza el primer día y acaba el último, y no, cuando a cada uno le da la gana.
¡Hoy me apetece, y mañana no. Si no sales tú no salgo yo, ni yo tampoco. Este sábado no salimos y nos reservamos para el siguiente!. Son frases muy desgastadas.
Hay testimonios muy claros y contundentes, en que los Cehegineros de antes nos muestran su humor recio, hechando sobre sus cabezas cualquier trozo de tela, o incluso, las enagüillas de la mesa camilla, se ponían en la cara un trapo con dos tijeretazos y te decían: "¿a que no me conoces?".
Se organizaban grandes concentraciones de mascarones en todo el pueblo, pero sobre todo, en la calle Convento. Muy serios y organizados bailes de máscaras en los salones del centenario Casino de Cehegín, (hoy desaparecido).
Yo he decidido, compartir con todos vosotros, en dos o tres entregas, testimonio de mis palabras y referentes de siempre en el Carnaval Ceheginero.
Francisco Ortega Bustamante.
3 comentarios:
Este año hay que celebrar la mascarada en el casino, como antaño.
No voy a opinar del carnaval, porque creo que tu lo has dicho todo, pero si de las fotografias, por una sencilla razon, porque el que sale en ellas es una de las mejores personas que han existido y que existiran, era y para mi es: Por lo que lo vivia, por lo que lo sentia.EL MEJOR. su hija.
Quiero daros las gracias por vuestros comentarios, tanto a incicsivo como a anónimo.
Deciros que ambos tenéis razón, pues no solo se pierden tradiciones hermosas, sino que, desgraciadamente, tambien se pierden personas maravillosas, y que ambos en un conjunto, fueron emblemas de nuestros carnavales.
Un saludo.
PD. perdonar mi tardanza en admitir vuestros comentarios, pero es que a veces, la ocupación y el escaso tiempo, hacen incluso, que ni me de cuenta que están ahí.
Publicar un comentario