Con brevedad, te diré, que primero tendríamos que saber que es exactamente la vida y que es exactamente la muerte.
Mira, compañero, para mí la vida es la mayor ¡hija de puta que existe! Ya que nunca te regala nada, y si quieres conseguir algo de ella, se lo tienes que robar, porque la vida, en vez de darte, más bien te quita, y si es que alguna vez te da algo, te dará la Muerte.
Si te hablo de los vivos, te diré que están muertos, y si te hablo de los muertos te diré que están vivos. ¡Claro hombre! ¿No te has dado cuenta aún, que los vivos sólo buscamos intereses por doquier, y que no vemos más allá de nuestras propias narices, porque estamos pensando de forma egoísta y ambiciosa?
Escucha, el ser humano, mata por placer y por dinero entre otras cosas, mientras que todos sabemos, que los animales selváticos, y sobre todo contribuyendo al equilibrio de la naturaleza, matan para alimentarse y sobrevivir; el ser humano, ha perdido todos sus valores, justo en el momento en el que deja de existir la comunicación, el diálogo, el entendimiento, y ha llenado su casa y su trabajo, de modernos y sofisticados aparatos, que a su vez, cumplen con su obligación para con nosotros, puesto que fueron creados para hacernos la vida más cómoda, pero como son tantos…
Amigo, hoy en la actualidad, todo funciona a base de pulsar teclas y botones, fíjate, Te digo todo esto, para recordarte, que antes todo el mundo funcionaba más o menos bien en todos los campos y diversidad de trabajos, pero hoy, y gracias al “progreso”, cuando hay un corte de energía, “un apagón”, todos los vivos están muertos.
Si hablamos de los muertos, te preguntarás el porqué, de que yo diga que están vivos, pues es muy sencillo: Los muertos… ¿Están allí o están aquí?
Porque tú y yo sabemos, que hay personas que dicen no tener miedo a los muertos, a lo sumo, respeto, que viene a ser lo mismo, pero lo que no pueden evitar, es pensar casi constantemente, de una forma o de otra, en ellos; porque… siempre hay “aparatos” en todas partes, que se encargan de notificarnos, a través de esos diferentes medios, la muerte de alguien, la guerra fulana o mengana, el atentado tal o cual… que ha esparcido al “vivo” en mil pedazos, convirtiéndolo en un “muerto fantasma”, puesto que nunca reunirás sus pedazos, aquél accidente ferroviario… que arrastra cientos de metros a los ocupantes de un vehículo, y que sólo se encuentra un montón de chatarra, esos accidentes múltiples en nuestras carreteras, con otra “horná” de muertos; a veces me pregunto, si hay más vivos que muertos, o más muertos que vivos .
Evidentemente, los muertos están vivos, porque los tenemos presentes en cada instante de nuestra vida, fíjate, tenemos muertos hasta en la sopa, porque generalmente comemos con cuchara y televisión, y por supuesto, el noventa por ciento de las noticias, y en la hora de la comida, nos habla de “Muertos”.
Hasta para ir al “Retrete”, tienes que aplaudir para que se encienda la luz, y después, naturalmente, no te olvides de pulsar “el botón”.
Mira, compañero, para mí la vida es la mayor ¡hija de puta que existe! Ya que nunca te regala nada, y si quieres conseguir algo de ella, se lo tienes que robar, porque la vida, en vez de darte, más bien te quita, y si es que alguna vez te da algo, te dará la Muerte.
Si te hablo de los vivos, te diré que están muertos, y si te hablo de los muertos te diré que están vivos. ¡Claro hombre! ¿No te has dado cuenta aún, que los vivos sólo buscamos intereses por doquier, y que no vemos más allá de nuestras propias narices, porque estamos pensando de forma egoísta y ambiciosa?
Escucha, el ser humano, mata por placer y por dinero entre otras cosas, mientras que todos sabemos, que los animales selváticos, y sobre todo contribuyendo al equilibrio de la naturaleza, matan para alimentarse y sobrevivir; el ser humano, ha perdido todos sus valores, justo en el momento en el que deja de existir la comunicación, el diálogo, el entendimiento, y ha llenado su casa y su trabajo, de modernos y sofisticados aparatos, que a su vez, cumplen con su obligación para con nosotros, puesto que fueron creados para hacernos la vida más cómoda, pero como son tantos…
Amigo, hoy en la actualidad, todo funciona a base de pulsar teclas y botones, fíjate, Te digo todo esto, para recordarte, que antes todo el mundo funcionaba más o menos bien en todos los campos y diversidad de trabajos, pero hoy, y gracias al “progreso”, cuando hay un corte de energía, “un apagón”, todos los vivos están muertos.
Si hablamos de los muertos, te preguntarás el porqué, de que yo diga que están vivos, pues es muy sencillo: Los muertos… ¿Están allí o están aquí?
Porque tú y yo sabemos, que hay personas que dicen no tener miedo a los muertos, a lo sumo, respeto, que viene a ser lo mismo, pero lo que no pueden evitar, es pensar casi constantemente, de una forma o de otra, en ellos; porque… siempre hay “aparatos” en todas partes, que se encargan de notificarnos, a través de esos diferentes medios, la muerte de alguien, la guerra fulana o mengana, el atentado tal o cual… que ha esparcido al “vivo” en mil pedazos, convirtiéndolo en un “muerto fantasma”, puesto que nunca reunirás sus pedazos, aquél accidente ferroviario… que arrastra cientos de metros a los ocupantes de un vehículo, y que sólo se encuentra un montón de chatarra, esos accidentes múltiples en nuestras carreteras, con otra “horná” de muertos; a veces me pregunto, si hay más vivos que muertos, o más muertos que vivos .
Evidentemente, los muertos están vivos, porque los tenemos presentes en cada instante de nuestra vida, fíjate, tenemos muertos hasta en la sopa, porque generalmente comemos con cuchara y televisión, y por supuesto, el noventa por ciento de las noticias, y en la hora de la comida, nos habla de “Muertos”.
Hasta para ir al “Retrete”, tienes que aplaudir para que se encienda la luz, y después, naturalmente, no te olvides de pulsar “el botón”.
Pero no te preocupes amigo, la vida también tiene color si sabemos buscarlo, encontrarlo y disfrutarlo; se llama “presente” y su apellido “Amor”.
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